sábado, 2 de enero de 2010

A LA CARTA...


Buenos Aires, 22 de setiembre de 2009
ANDRES

Te avisé, varias veces te avisé, que no podía prometerte que lo nuestro duraría toda la vida. Vos insististe, insististe e insististe. Dijiste que vos sí: que en cuanto me viste pensaste que nunca habías visto una mujer tan linda como yo, que era la primera vez que le eras infiel a tu esposa… Yo sé que, desde el primer momento, me prestaste más atención que a las otras compañeras de trabajo. Así comenzó nuestra relación: conversando en los momentos libres. Al principio te consideré solo un amigo. Estaba pasando un mal momento: uno de los tantos con mi novio (que era un desgraciado). Te lo confesé y te diste cuenta que era presa fácil. Me consolaba tener una oreja que me escuchara, no como la de mi novio (que seguía siendo un desgraciado). Poco a poco, seguimos el libreto de un culebrón: salida furtiva, almuerzo y al hotel. Los fines de semana no: vos tenías que dedicarlo a tu familia y yo a mi novio (que la mayor de las veces no aparecía, el desgraciado). Ayer, en el café, me dijiste que estabas pensando en separarte de tu esposa; que podíamos alquilar un departamentito y probar la convivencia durante los días de semana; que podías zafar de tu esposa algunas noches, aduciendo que tenías alguna guardia imprevista. Fue en ése momento que me di cuenta que sí, que era posible que me amaras toda la vida. Me asusté. Lo del departamento no podría ocultárselo a mi novio (un desgraciado pero, al fin y al cabo, el hombre con el que todos daban por sentado que me casaría).Me fue muy difícil decirte que daba lo nuestro por terminado. Quisiste hablar y no te dejé. No quise escuchar tus consabidos ruegos. Me levanté y me fui.
Perdón
ROCIO

5 comentarios:

  1. un amor para toda la vida, ¿no serà demasiado tiempo?
    Tu relato es para pensar...muy lindo.

    ResponderEliminar
  2. Y...algunos buscan la eternidad. El final asusta;como la muerte.
    ¡QUE TENGAS UN BUEN 2010, AMIGO!

    ResponderEliminar
  3. Jajajjajaja!!! Noo, te equivocaste Andres se lo escribe a Rocio ¡!!!
    Lamento informar que los hombres somos siempre los que reculamos , en las novelas y en la vida real!!! Jajajaj

    ResponderEliminar
  4. Esta historia es triste... pero tiene un gustito a venganza. Me gustó.

    ResponderEliminar
  5. Siempreviva, tendrás que leer mi poema "jurado en vano" en ceneme-ceneme000com.blogspot.com
    juramos en el momento, sin darnos cuenta que el tiempo todo lo mata; ya que la vida no es un camino, como dice Machado, es un tiempo que va marcando el reloj, cuando tu tiempo se acabe, tu camino terminó. Ceneme

    ResponderEliminar