a mi abuela Margarita
Manos que son mil manos
Manos que son mil manos
nervaduras que arden de vida
no tuvieron descanso
no tuvieron descanso
Nunca
Patio grande de tierra bien barrido
achicado como todo en mi memoria
Pero sé
Mañanas frías
bracero y carbón encendido con su
mirada azul
amor que se reparte en besos con
ternura leve
pan amasado con agua harina
y aroma de azahares
Para niños de corazón alegre
Dulce sueño de mi infancia
De color nacer
Vos
hoy también soy vos
en un amanecer
Teñido por un sol rojo
en un amanecer
Teñido por un sol rojo
Las manos de la abuela que no conocí, no tuve esa tremenda suerte conque algunos son bendecidos. Una era casi pelirroja, Amalia, de familia belga, la madre de mi viejo. La otra era criolla y tampoco recibí sus caricias ni yo le exigí caprichos. Tu escrito, amiga, me llegó bien en este día, y me despertó el recuerdo de las madres grandes que no pude acariciar. A veces uno, por la inmediatez de la realidad que nos arrebata, se olvida de los tesoros más preciados. Un abrazo para usted, o vos, Flor de Ceibo.
ResponderEliminarSí. De algo te has perdido, jose; pero ten FË que algún día las encontrarás y será siempre primavera
ResponderEliminarSaludos
Irene
http://irene-elrevesdelavida.blogspot.com.
querida Flor tu escrito es una pintura de mi infancia, tiempos en que los abuelos morian en casa...
ResponderEliminarsaludos amiga
Y YO ME PREGUNTO: QUË SERÄ DE NOSOTRAS? (no, mejor no pienso)
ResponderEliminarSaludos
IRENE
gracias por tu huella
ResponderEliminarhermoso poema, las manos tienen sus propio lenguaje
dicen mucho de quienes pertenecen
de algún modo todos nos relacionamos a través de los recuerdos
saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarIrene, qué maravilla. Me resulta muy difícil expresar todo cuanto me dicen las manos amadas.
ResponderEliminarPor eso me ha gustado tanto tu poema.
Un abrazo.
Lichazul, tecla, gracias.Mis manos(aunque más jóvenes por supuesto) pintan a ser iguales a las de mi por siempre amada abuela.
ResponderEliminarSaludos
Hermoso homenaje a una vida que se escapa y que tanto ha dado, yo le hice un poema con foto a las de mi madre ya anciana, te lo dejo por si te apetece pasar.
ResponderEliminarUn abrazo.
http://luigimadariaga-ana.blogspot.com.es/2012/05/manos.html
feliz semana , muchas gracias por tu huella
ResponderEliminarQuerida amiga Irene: Me ha gustado la foto de las manos de tu abuela. La verdad que es entrañable. Espero y deseo que estés bien.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro