jueves, 6 de agosto de 2009

NEOLOGISMOS CASEROS




Estaba con bronca y cansado. La batalla se alargaba. A pesar de eso no aflojaba. ¡Qué legufos, éstos nazis! se decía,tengo que filistearlos a todos. Cuando veía uno, lo centraba y disparaba con su pindringo. Pocas veces acertaba. - ¡legufo!- decía bajito. No gritaba, porque su superior había prohibido hacerlo dentro del cubículo. Disfrutaba tanto filistear que lo hacía, aún en su hora de descanso. Se lo tomaba tan a pecho que no veía, ni escuchaba a sus compañeros, hablar y mostrar fotos de mujeres.Usar su prindingo lo descargaba más que un whisky. Lo hacía especialmente de noche, sin importarle las consecuencias. Su compañero se enojaba con él, porque no lo dejaba descansar. Cuando lograba filistear a alguien, se premiaba con un chocolate. Una de ésas noches, filisteó a tantos enemigos, estaba tan feliz que perdió la noción de la hora. Lo iluminó la penumbra del amanecer y el sol de la mañana. Tomó café, pero el cansancio lo venció. Lo encontró su compañero, tendido en en el suelo, babeando un líquido marrón.

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