jueves, 14 de mayo de 2009

LOS EXPEDIENTES X



Juan, como todos los días de sus días, llega a su oficina en el juzgado. Se sienta y suspira desalentado mirando la larga fila de expedientes que tiene que ordenar.Hace tantos años que hace el mismo trabajo que se le ha instalado un chip en su cabeza: según el tema, el número, fecha de entrada… A algunos ya los identifica por que los juicios son tan largos que van y vienen, eso cuando al juez se le ocurre ocuparse de la causa, porque en la mayoría de los casos van a parar a un estante y nadie se acuerda de ellos.
Hace algunos días que su rutina se viene complicando. Cuando le piden un expediente tarda en entregarlo porque éste, se halla en un lugar que no le corresponde; otras no lo encuentra aunque lo busque meticulosamente. Algunas veces se alegra porque lo encuentra inmediatamente, pero sus páginas están en blanco. Es raro que uno esté exactamente en el lugar en que lo dejó.
Comienza a trabajar más horas pero su eficiencia es cada vez menor. El jefe lo ha citado en su despacho para llamarle la atención. ¡Justo ahora que se está por jubilar y pensaba que lo haría con medalla de honor! Está obsesionado.
Cada día llega a su trabajo más temprano. Se sienta en su silla mirando desafiante a los expedientes que parecieran reírse de él. Los vigila hasta la hora de salida para cerciorarse que no han cambiado de lugar. Todo es inútil.
Analiza que orden hay dentro del des-orden. Al fin comprende: se han hartado del criterio de elegido por sus superiores; están decidiendo donde estar porque saben que muchos, pasaran años olvidados en los estantes. Informa sobre la lógica que han adoptado para moverse. Sus superiores y todo el personal, después de un largo debate, la aceptan: los que se sientan cómodos en el lugar que se los coloque, podrán quedarse allí; los que cambien de lugar porque han encontrado pareja o un amigo, también. A los que ya se les han borrado las páginas o se les borren en el futuro serán incinerados y se los colocará en una urna común, a la vista de todos, para que se los reverencie. A algunos de los que se fueron sin previo aviso se les mandará una carta documento para que regresen, porque en la huída han dejado algunas pequeñas hojas que los extrañan.Los juicios se van agilizando ahora que todos los oficinistas han adoptado, para organizarse, la misma lógica de los expedientes.

1 comentario:

  1. Lleno de ternura el final! Me mató lo de "las hojas que los extrañan"...! Que hermoso y profundo, y a la vez medio desesperante al principio..
    Felicitaciones por la foto! Está hermosa!
    Saludos!!

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