sábado, 9 de mayo de 2009

RIO


Mis zapatillas han decidido parar al borde de la barranca húmeda. Una briza suave trae, desde lejos, aromas que aspiro como un adicto. Las ramas de los sauces se inclinan y sus manos acarician el agua. He perdido la noción del tiempo que llevo aquí. De tanto en tanto, el canto monótono de las cotorras me sacan de mi ensoñación. Mis ojos,obstinadamente,no dejan de mirar la corriente empeñada en llevarse con ella los pocos centímetros de tierra que me protegen de la caída.Quiero olvidar mi pasado tormentoso; mi presente me es indiferente.¿Por qué por momentos retrocedo? El agua va formando un remolino cuyo punto central se hunde hacia el fondo fangoso. Comienzo a sentir vértigo. Sí, mi destino final es el rio.

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